RAZÓN SOLIDARIA

Los recortes sociales son evitables. El paro, el incremento de la pobreza y la exclusión social, y los desahucios a familias sin recursos, son evitables. El fracaso y el abandono escolar temprano, el copago sanitario y la privatización de los servicios sociales, son evitables. La degradación de nuestros espacios naturales, como Marina de Cope y Cala Cortina, son evitables. La destrucción de nuestra cultura, del yacimiento arqueológico de San Esteban, es evitable. También es evitable Valcárcel, el PP y sus políticas de la tijera social y despilfarro de y para los señoritos, y el descenso del gasto público social para reducir el sacrosanto déficit por parte de PP y PSOE. ¡Reverenciemos a los mercados financieros! ¡Aplaudamos a Botín por su enriquecimiento en tiempos de tribulación! ¡Inclinémonos ante César Alierta por su ingeniosa idea de reducir un 20% la plantilla y repartir al mismo tiempo 450 millones de euros de bonus (así le llama ahora al robo exquisito e inteligente)! ¡Qué persp

Apuesta nuestro experto ingeniero de caminos, canales y puertos y, ahora también, candidato por el PP de la Región de Murcia, por la energía nuclear sin ningún atisbo de duda. Concede, eso sí, que no se instale ninguna central entre Torrevieja y Granada. Pero defiende, apoyándose en el mito de la omnipotencia y omnisciencia de la tecno-ciencia, su necesidad. Siempre, claro está, que técnicamente sea viable y no exista ningún impedimento actual o potencial. La tecno-ciencia ha avanzado. Eso es innegable. Pero también se ha incrementado el poder destructivo de nuestros artilugios. Misiles con cabezas nucleares que pueden destruir el planeta varias veces y que se nutren de las centrales nucleares. La existencia de más centrales nucleares que antaño, más proyectos nucleares, más residuos nucleares que almacenar. ¿No significa, acaso, más riesgo? Insinúa nuestro ingeniero-candidato del PP que no nos preocupemos, que sólo “son tres o cuatro operarios hospitalizados” por la catástrofe de F

Son muchos los que piensan que ante la crisis económica que estamos atravesando no cabe otra opción que aguantar estóicamente. Piensan que las medidas de recorte adoptadas por el gobierno del PSOE en España y del PP en la Región de Murcia son las únicas posibles, que son inevitables. Y que es una entidad abstracta y lejana denominada Mercados Financieros Internacionales la que impone su lógica de manera implacable y que sólo cabe hacer rogativas para que ese “lado oscuro” no imponga más sacrificios ni se alíe en sus vaticinios con el calendario Maya. Inevitable, única salida, duras medidas pero necesarias, no hay alternativa, etc. son expresiones que se repiten cual mantra penitente y salvador, eso sí, a largo, larguísimo plazo. Los que se sacrifican en la pira de la recuperación económica son los de siempre: trabajadores y trabajadoras, especialmente jóvenes, mujeres e inmigrantes. Las clases medias también deben inmolarse, los empleados públicos deben asumir e interiorizar su pecado

Dice Valcárcel que la administración regional debe ponerse a régimen y reducir grasa. Traducción: nuevos recortes de derechos ciudadanos, reducción en las prestaciones sociales, menos maestros y maestras, menos enfermeros y enfermeras, menos cuidadores sociales, más listas de espera, menos tiempo de atención médica en atención primaria. En definitiva peor calidad de vida. Es Valcárcel quien debe ponerse y poner a dieta a todos aquellos a los que ha engordado con sus decisiones políticas favorecedoras de la especulación en el ladrillo. Debe poner a dieta a los que se han forrado con los convenios urbanísticos avalados por su gobierno, a los que han cobrado suculentas comisiones en billetes de 500 euros, a los que defraudan en nuestra región a la Hacienda Pública, a los ricos que se pavonean de su riqueza descapitalizando sus empresas y despidiendo a sus trabajadores. Por este motivo, propongo una dieta especial de adelgazamiento para los gordos de riqueza financiera y especulativa. Y,