LOS PRESUPUESTOS DE LA TIJERA SOCIAL

El Proyecto de Ley de Presupuestos para el año 2013 de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia expresan, para IU-Verdes, la sumisión del Gobierno Regional a las políticas económicas impuestas por las instituciones europeas y asumidas sumisamente por Rajoy y Valcárcel, con la única finalidad de resarcir a los mercados financieros, esos que han secuestrado la representatividad democrática de nuestro País y por ende el de nuestra Comunidad Autónoma.

Estos presupuestos representan la quiebra del Estado de Bienestar en nuestra Región, dinamitando los tres pilares fundamentales del mismo: La Educación, Sanidad y Servicios Sociales.

Del mismo modo son una muestra evidente de la incapacidad de este gobierno para hacer frente a los retos que hoy se le plantean: contribuir dede el ámbito público a la rápida recuperación económica y proteger a los más desfavorecidos ante los efectos de la crisis.

Este proyecto de presupuestos no es sino una muestra del fracaso de la política económica del Partido Popular, de su incapacidad  para plasmar en ellos las aspiraciones de la población de nuestra región.

Estos presupuestos, siguen fielmente los dictados de quienes nos embarcaron en esta crisis. Salvamos con fondos públicos los agujeros contables generados por bancos y cajas de ahorro que actuaron de forma irresponsable a favor de la especulación, mientras desahuciamos a familias de sus viviendas ( Los bancos si han hecho dación en pago con los especuladores), “PRIVATIZAMOS BENEFICIOS, SOCIALIZAMOS LAS PÉRDIDAS”.

Una vez más el PP, renuncia a ingresos adicionales para estos presupuestos que, sin embargo, si reclamó hasta que el Partido Popular ganó las elecciones generales.

Renuncia a los ingresos que suponen el pago de la deuda histórica del Estado con la Región, que el PP regional cuantificó en 4280 millones de euros y el anticipo del Fondo de Convergencia que en el año 2012 era de 252 millones de euros.

El ejecutivo regional renuncia a la aplicación del tramo autonómico del impuesto de Patrimonio y a la reforma fiscal progresiva que grave en mayor grado a quien más gana y tiene, una medida que permitiría recabar más ingresos públicos con los que crear empleo en la Región de Murcia.

Muy al contrario, lo que hace el Gobierno del Partido Popular es una sangría continua a la población murciana, incrementando la presión fiscal con tasas a los sectores sociales más vulnerables de nuestra región: personas en situación de desempleo, dependientes, discapacitados y familias numerosas.

Además toda la política de ahorro-recortes,  va encaminada a la pérdida de derechos de la ciudadanía de nuestra región.

En materia de Sanidad y Política Social, el recorte del presupuesto en un 14,4 % significa el desahucio de la sanidad pública y suponen un empeoramiento de la situación socioeconómica de la Región de Murcia, profundizan en el desmantelamiento del sistema público de sanidad, como muestra de ello la aplicación del copago o repago sanitario y el pago por recetas a pensionistas y jubilados/as, así como las restricciones en la cartera de servicios tanto de atención primaria como de especializada.

El caos sanitario producido por el gobierno del partido popular se traduce en más tiempo de espera, en el cierre de los servicios de urgencias de ambulatorios, en servicios de guardias compartidas, del posible cierre de infraestructuras sanitarias como el Rosell, de la incertidumbre generada con las tarjetas sanitarias que garantizan la asistencia. 

Rompe pues con los principios de igualdad, universalidad y calidad para sustituirlos por una sanidad para ricos y otra de beneficencia para los pobres.

Estos presupuestos, disminuyen las partidas dirigidas a las políticas sociales algo que resulta contradictorio ya que tenemos una de las tasas más elevadas de pobreza en torno al 40%.

La dirección general de Asuntos Sociales, Igualdad e Inmigración recibe un presupuesto de 21 millones de euros, 12,96% menos que en 2012. Los pocos fondos que  se destinan para las políticas sociales se dirigen a personal y las escasas inversiones o transferencias a ayuntamientos para programas sociales no tienen casi peso en el presupuesto lo que evidencia la nula importancia que tienen para este Gobierno.

La oficina para la dependencia solo representa un 1,92% del presupuesto total, sufriendo un recorte con respecto al año anterior de un 17,08%. otra vez no hay inversiones y dudamos de la creación de plazas públicas en residencias o creación de centros de día entre otros.

Las necesidades más básicas de las personas en estos presupuestos, no quedan ni tan siquiera en un segundo plano, no existen y la prioridad de este gobierno es otra.

Las políticas de igualdad carecen de sustento lo que perjudica seriamente a las mujeres de la región. La brecha salarial sigue existiendo, la feminización de la pobreza es un hecho,  la temporalidad y la economía sumergida son fundamentalmente femeninos. Si no llevamos a efecto políticas de igualdad real no podremos erradicar la violencia de género, que por cierto también ha sufrido un gravísimo recorte.

Estos presupuestos lejos de amparar y proteger a la población más vulnerable afectada por la crisis que ellos no han provocado, machaca con recortes en cuestiones sociales básica que implican muchas veces garantizar la supervivencia, mientras asfixia a las ONGs que han desempeñado un papel fundamental en la atención integral a colectivos en situación de especial vulnerabilidad, un ejemplo de ello ha sido el cierre del Comité Antisida, entre otras asociaciones, que han tenido que cerrar, con lo que supone la pérdida de empleos y lo más importante, que un núcleo muy importante de la población se ha quedado sin atención.

Los presupuestos presentados para 2013 condenan a esta Región a no tener futuro, no hacen una apuesta seria de inversión por la Universidad, la Empresa ni la Investigación, en definitiva, tampoco apuesta por la Educación, Formación y el Empleo. Lejos de ello, en ambas se aplican recortes condenando a nuestros jóvenes a no poder desarrollar un proyecto de vida autónomo o tener que renunciar a sus estudios por falta de medios económicos. Asimismo, impiden la reorientación de las posibilidades productivas de la Región de Murcia mediante el impulso de la política científica, la innovación y el impulso al tejido productivo, no existe inversión en partidas destinadas a innovación y desarrollo tecnológico que baja un 62,8%; investigación científica y técnica que baja un 50,6%, industria, energía y minas que baja un 23% y comercio y artesanía que baja un 22% lo que significa la agonía continua del funcionamiento de nuestros espacios de conocimiento, investigación e innovación lo que contribuirá a incrementar el paro, ya que no es posible una recuperación económica sin inversión en estos campos.

Se abandona definitivamente la política medioambiental. Una economía sostenible supone no sólo una mejor calidad de vida y cambio de modelo productivo, sino también un poderoso yacimiento de empleo. Pero se reduce el presupuesto una vez más. 

En cuanto a Educación, Formación y Empleo insistir en que: quién no invierte en educación condena su futuro.

Estos presupuestos ahondarán más en la brecha de la desigualdad, empezando por un derecho básico, el derecho a la educación, continúan pues en la linea de agresión al sistema educativo público, sin abandonar la política de fortalecimiento y crecimiento del sistema educativo privado-concertado, el recorte del 37% desde el año 2010 en servicios complementarios como becas de comedor y de transporte, supresión de lineas de transporte y ayudas para la adquisición de libros de texto y material escolar, dificulta la garantía de accesibilidad a la red pública educativa de la población.

No tiene sentido para esta formación política que con la situación económica actual de incremento de paro y las previsiones negativas para el próximo año, no se lleven a efecto inversiones de calado en materia de empleo.

Concretamente a día de hoy sólo 43 de cada 100 personas en situación de desempleo en nuestra región percibe algún tipo de prestación. Actualmente tenemos 121.382 personas desempleadas en la región que no cobran ninguna prestación lo que les aboca a situaciones de riesgo elevado de pobreza, marginalidad, desahucios, etc.

Con estos presupuestos se perpetuará esta situación, lo que sin duda generará conflictos, como ya hemos podido comprobar en las distintas manifestaciones, que por otro lado son una muestra del descontento social y la reivindicación justa de otras políticas que no impliquen la pérdida paulatina de derechos de la ciudadanía.

Estamos ante un presupuesto de rendición, pesimista, sin esperanza, sin corrección de las desigualdades. Un presupuesto para garantizar el pago de la deuda contraída por los especuladores inmobiliarios y los especuladores financieros.